No me des mucho que me condeno,
ni me des poco que me espanto,
quítame un poco cuando esté sereno,
y me lo regresas cuando ahogue el llanto.
Jesús, guía mi barca hacia tu puerto
sobre aguas cálidas y serenas olas
que tengo miedo de quedarme a solas
en alta mar, con el corazón abierto.
- Autor: Raúl Navarro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de abril de 2017 a las 19:05
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: HectorFlores, Alexandra L
Comentarios1
Que genial! Pocas y poderosas letras: todo muy esencial
Buen poema!
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