Hay cicatrices ondas en mi pecho, justo a lado de mi corazón, estocadas del destino queriendo marchitar mi florecida agonía, en paz, sin remordimiento de mi mismo y de lo que sepultó el egoísmo de una marcha fúnebre. Sólo a media noche o antes de amanecer, no importa la hora o si quiera los minutos que transcurren entre una vida y otra. Al final sólo.. sin miedo a perecer o engalanar mi vida con un amanecer misericordioso, ruego un final en calma, piadoso y sin temor a un anochecer de reencuentro, por que es ahí donde las más ondas cicatrices supuran dolor y recuerdos..
Habitan ondas cicatrices en mi memoria. Algunas son marca de ti en mi, otras tantas son un adorno más a mi demencia. Demencia que florece al son de las manecillas del tiempo, de la vida y de los instantes que debilitan las carcajadas del destino. En medio de mi fé rota y en aparente descoposicion beso los pies de la ironía y me codeo con los más altos rangos de mis recuerdos, perdido entre tangos y baladas desempolvó aquel cuaderno viejo que está lleno de toda tu esencia, y de poesía barata del corazón. Está manchado con elogios ciegos y argumentos inéditos de mi trastornda imaginación.
Hay cicatrices en mi. Tan viejas como el tiempo y tan nuevas como el sol de hoy...
- Autor: Eiden Phendragon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2017 a las 04:36
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 92
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios2
Sentidas y profundas letras.
Pude sentir esa amarga soledad y tocar (respetuosamente) esas heridas profundas.
Un placer, un gusto leerte.
De mi parte un fuerte abrazo y mil bendiciones
Amigo. Muchas gracias. Es un gusto enorme saber que es de su agrado.
Un abrazo amistoso.
+Eiden Phendragòn+
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