Miro al horizonte
al final del día,
veo un ave blanca
que vuela rasante
La miro un instante,
le noto una herída
en su ala izquierda
pero sigue el vuelo,
¡es perseverante!...
¿ sería un cazador
tal vez el causante?
de aquella desdicha,
de aquel mal instante,
que cuasó la herída,
que infligió el dolor
Pero el ave sigue,
volando muy bajo,
como si elevarse fuera,
un enorme esfuerzo,
una gran hazaña,
que logra y persigue
Por eso al "querer"
ser un cazador
se debe apuntar
siempre al "corazón"
para herídas nunca
tener que causar
y luego de nuevo
tratar de sanar
porque las herídas
causadas con saña...
nunca sanarán,
por toda la vida...
en el corazón
de la que se engaña...
- Autor: damián flores (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2017 a las 15:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
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