Tan dispareja
Como los mismos dedos
O como las mismas nubes.
Tan desigual
Como los colores de las alfombras
O las arenas del mar.
Cuando su día amanece
Después del mío,
Y el reloj marca las tres.
La carcajada
Alcanza mis oídos
¡Ah! y ese abrazo para mí.
Tan ella, tan ella misma
Cuando habla
Serpentea la alegría de la vida.
Su presencia es infinita
Tan única entre todas
Simplemente ella.
- Autor: KDFlores (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de abril de 2017 a las 02:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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