Caer en la cuenta del pellizco enjaulado,
un verso como un asombro que ronda
Piloro abajo, déjalo salir, enjambre de
azúcar, más miedo me da comer sesos que
abejas de gominola, espanzurradas contra
el sofá de los abuelos, un sofá de nadie donde
la nada se sentaba a descansar.
Daba igual sentirse triste o enjaulado, las
arrugas eran el escenario perfecto donde niños
y muerte van de la mano al mutuo descubrimiento,
la abuela muestra el culo de la hormiga,
el abuelo es un experto en telarañas y los niños
seguimos con el enjambre de caramelo donde
tiempo y miedo descansan en sofás de terciopelo.
- Autor: Glomo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de abril de 2017 a las 03:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
Comentarios2
Tremenda reflexión.
Un gusto leerte amigo.
Muchas gracias Héctor. Un abrazo desde España.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.