Desfallezco.
Me deshago en caricias al contacto
de la hiedra que del balcón pende.
Me traigo a tu memoria peregrina
como el benceno se arroja al acaso.
No te siento en mis adentros
porque la divisa de amargura
que me envuelve detiene
el ascenso de tu marea.
Me niego a olvidarte.
Me niego a negarte en el duro
tránsito del exilio que me acecha.
Pretendo mirarte al través de un
susurro que tiemble de carmín el
pecho ardiente que me acoge, el
lecho de espinas rosas.
No sé si debo decir que el esquema
amarillo de silencio que me
envuelve tiene fecha de caducidad.
Lo dudo...
La mancha de mora con otra verde
se quita... pero tu mancha no es
morada, es de un negro opalino que
insiste en su negrura. Recuerdo que
gotea, borbotea en mis comisuras.
Desaliento.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2017 a las 18:57
- Comentario del autor sobre el poema: Ausencias, ausencia de calor, de piel erizada a la insinuación de otra piel...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Aqua Marina, soki
Comentarios4
Cuanta añoranza deja tu alma salir y tu corazón sangra en versos de triste pena,
saludos!
Gracias por la visita. Si tengo esta añoranza se instala en el inconsciente, como casi todo lo que escribimos.
Tristes versos pero muy hermosos.
Abrazos, Soki
Gracias por tu visita Soki. A veces, cuando me dejo llevar, sale cierta melancolía, que creo que es el debe al haber de alegría y esperanza de mi cuenta de resultados.
Se vive lo escrito en tiempo real y lleno de todos tus sentimientos.
Gracias por tu visita Óscar. Bienvenido a mi escondite. Saludos.
Es un honor y gran gusto gracias Alberto.
Lindos versos a pesar del dolor y la nostalgia, saludos poeta , un abrazo
Gracias por tu visita Fabio. Ayer no tenía tema y escribí lo que me salió. Esa nostalgia debe existir dentro de mí.
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