Lo que quede de este cadáver
entregárselo al enemigo
para que devore sus entrañas,
las exponga en público
o difame su existencia,
una vez perdida,
derrotada,
humillada el alma,
el cuerpo, ya no es nada.
Entregárselo aun con la sangre caliente
y que sepa que su corazón amaba
a deshoras, si,
pero amaba,
a destiempo también,
pero latía.
Hasta que vino el ladrón de almas
con la boca llena de dientes
y las manos llenas.
Dicen que habla con alguien,
no lo sé, no me importa
lo único que sé, es que no habla conmigo.
- Autor: Araceli Vellber ( Offline)
- Publicado: 23 de abril de 2017 a las 12:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, Necrofagotimes
Comentarios1
Profundo mensaje de amor en tus letras. Placer de lectura.
Un saludo cordial, feliz comienzo de semana, Alex.
Versos que dejan un sabor agriculce
como la vida misma amigo, un placer el leerlos, un abrazo
Amalia
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