Solo con una mirada,
despiertas el fuego apagado,
y de repente has despertado,
en mi, el sueño de otra madrugada.
Yo envídio al animal mudo,
que solo con señas entiende,
el animal que nunca ofende,
aunque esté siempre desnudo.
Estar desnudo no es pecado
Porque desnudos venimos al mundo
Somos el fruto deseado.
Buscamos con los ojos
Vagabundeamos como un trotamúndo
Y así evitamos todos los enojos.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2017 a las 15:09
- Comentario del autor sobre el poema: Hablemos con el ciego, demos calor al pobre, despertemos a la vida y deseemos que pronto llegue la noche. Sintamos envidia de los animales, que tanto nos pueden enseñar, hablemos sin palabras, verás como nos entendemos, y recorramos todos los caminos que nos llevan a lo desconocido.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo
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