La epopeya de tus labios;
disgregó mortalidad en mis aposentos.
Cada fragmento,
cada trozo de mortandad;
se solidificó a verde prado.
Empotramos un imperio,
en aquel punto del espacio;
que fue disipador de niebla e impermeable.
Cada movimiento;
fue un sismo de magia con incuantificable escala Richter.
El nombre de tus labios;
se me reveló sin preguntárlo
como:¡"La memoría más creíble"!.
Fui Prometeo robando fuego eterno,
que ya se acinceló en mis próximos veranos.
Y de regocijo me empapo al recordar;
que el engrane del tiempo ralentizó
para recrear un viaje etéreo por el cosmos.
- Autor: Astronauta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2017 a las 16:17
- Comentario del autor sobre el poema: Un viaje espiritual a través de la comunión de cuerpos y almas.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: anbel, Raesia
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