En el goteo del silencio
se derrite el tiempo
junto con las soledades
donde se bifurca el fin.
Se corroen las almas
en el final de la vida
donde reinicia la sonrisa
con la muerte inminente.
Corre el mar del universo
en sus múltiples formas
y con la música que genera
florecen las rosas.
Todo es fosforescente
en el aurora eterna
donde el alba encarna
la esencia del ser,
lo vivido y lo soñado.
Las luces desaparecen
en el cosmos infinito
iluminan por milenios
a nosotros los antiguos,
viajeros del silencio
buscando lo nuevo
cayendo en el ciclo
sin salir a lo prohibido.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.