Las nubes surcan el cielo
estibadas por la brisa,
levantando desde el suelo
como ave que coge vuelo
las flores de la artemisa.
Pasan bordeando el caño
heridas por la tristeza,
alisando todo el año
la llanura como un paño
teñido por la maleza.
Como en la noche de rondas
por la calle desolada,
olor a tierra mojada
hará retoñar las frondas
en nuestra humilde morada.
Y si llama a tu ventana
un furtivo pensamiento,
podrás oír mi lamento
aunque te encuentres lejana
como la paja en el viento.
Pues te escucho en el silencio
bella flor de la artemisa,
que estibadas por la brisa
sobre el cielo añil y cencio
surcan nubes tu sonrisa.
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de todos los Santos de Calabozo.
Venezuela; abril de 2017.
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Autor:
franklin blanco (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 30 de abril de 2017 a las 08:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo
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