Ese que conduce orgulloso el todo-terreno,
hasta ayer era pobre y descalzo andaba,
ayunaba, no comía más bien desayunaba,
y cuanto mendigaba le parecía bueno.
Hoy avispado ha sabido abrirse camino,
sin haber estudiado en la universidad,
ha aprendido del rico, a vivir sin caridad,
y ya está rollizo como un buen porcino.
Nada desde entonces ha cambiado,
desde Don Francisco de Quevedo,
salvo la suerte y la desigual fortuna.
Todo depende de los hados,
a ellos si hay que tenerles miedo,
salvo que te arrimes a una buena cuna.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 30 de abril de 2017 a las 15:19
- Comentario del autor sobre el poema: Somos muchos los peatones, y no es por afición, nos gustaría ir a tantos sitios, a ferias, romerías, castillos, iglesias o sencillamente a un apartado bosque a escuchar los trinos de los pájaros, que por fortuna no se sienten afectados por los problemas de los hombres, queremos seguir siendo pobres pero felices con la conciencia tranquila del hombre honrado.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Amalia Lateano
Comentarios2
Estas palabras me encantan, hay muchos en mi país,.
Te dejo todos los cariños del mundo, que seas inmensamente feliz y muy feliz domingo, se te estima..
Amalia
Te deseo toda la suerte del mundo
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