Donde el adiós nos (in)corpore(íce)
Unos palmos de vaí(nill/d)a, nos vamos dejando
Caer en el espacio donde menos peor nos en/ca(j/str)emos.
No cabe en mi piel esta repentina ale(rg/gr)ía de verte,
En cualquier bar, en cualquier (ro/a)stro.
Me lees como a la etiqueta gastada de una botella
Rendida al mar(eo), sin cartas que ir transportando,
Sin auxilios que arr(o/u)llen la noche. Pero tú
Que siempre afinas la madrugada, no te (en)tiendas también
En una lápida para ver si yo-vi(ó). Fuiste
Aquella finísima cari(cia/es) que me llenaba
De frías dichas, el eczema de la libertad autoproclamada.
¿Hacia dónde nos precipitan estas tormentas?
¿Se ha roto el tiempo en aquella esquina donde casi te regalé mi p(a/i)raguas?
¿Pero qué es esta omnipotencia que me deja desvalido,
(Ali)Mentando las langostas de algún dios?
Aquel ruido -lo/zano- derramanándonos como sudores y jadeos,
Aquel desborde temprano entre los brazos del propio encuentro,
Sobrevivirán nuestra suerte de gato cruzando
La avenida.
- Autor: Necrofagotimes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de abril de 2017 a las 21:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
Comentarios1
Metáforas.
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