Se que cuando me quiebre será por mi culpa.
Estoy en busca de eso,
es un capricho mío, en efecto.
La presión como toneladas de acero
me abruma y mi corazón no aguanta el hecho.
El sueño es algo del pasado, mi dolor es fortuito,
mis tiempos no son más que relojes viejos
y polvorientos.
La música ya no es lírica, la luz ahora es callada,
las sonrisas son tercas y las caricias amargas.
El sexo es un castigo y los besos incoloros.
El dolor perdió su brillo, mi cuerpo es indoloro.
Y cuando me rompa,
cuando no quede nada,
espero que mi alma se funda
con el viento que por allí pase.
Que se vaya tan lejos como pueda,
quizás así ya no te sienta tan cerca.
Tal vez así no te sienta tan dentro.
Y a lo mejor ya no me duelas tanto.
- Autor: Gfirma ( Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2017 a las 20:02
- Comentario del autor sobre el poema: Inspirado en un alma conocida.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 44
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