No me amaba; fue amarga y dolorosa,
como toda verdad; fue triste y cierto;
fue comprobar qué inútil es la rosa,
si se cultiva en medio del desierto.
No me amaba; debí haber comprendido
que era su corazón estéril roca
donde nada ha brotado; oscuro nido
donde solo había frío, como en su boca.
No me amaba, y bien sé que es culpa mía
esta pena; este tiempo malgastado
en creer que, por amarla, me amaría;
pero ningún amor habría bastado.
No me amaba. Al partir, fue muy sincera,
pues no fingió pesar. Yo mostré calma.
Lloré, después, mas no porque aún la quiera,
sino al saber que se ha llevado mi alma.
- Autor: opiatil ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2017 a las 12:02
- Categoría: Triste
- Lecturas: 134
- Usuarios favoritos de este poema: Inexistente, El Silente Vagabundo, Y del Ávila, anbel
Comentarios4
Me gustó el poema...en su construcción y sentir.
Hay aguas que hay que dejarlas correr... porque no están destinadas para calmar nuestra sed.
José Ángel Buesa es uno de mis poetas predilectos. En tus versos plasmas esa arrolladora mezcla de dolor y sufrimiento tal como lo habría expresarlo Buesa. Un absoluto gusto leerte en ese marco de sentimientos revueltos que nos obsequias. Un abrazo.
Yajaira del Ávila
Se hace lo que se puede. Un saludo afectuoso.
Muy lindo. Un abrazo 😄 🌹
Muchas gracias. Igualmente.
Esta muy bien, la rima es muy agradable y muy romántica sin embargo se nota de inmediato que no es Buesa. No me malentiendas amigo, pero en sus versos el poeta cubano no perdía y si perdía no lloraba al menos nunca tan directo como lo has mostrado.
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