La cuartilla me espera
con los brazos abiertos,
con su pátina blanca,
como un blanco desierto,
pero yo sigo mudo,
con la pluma sedienta,
el tintero vacío
y las manos en vela,
esperando la lluvia
que sacie mi tierra,
que me limpie los ojos,
que se lleve las penas.
Y la luz envejece
y se torna apagada
Y la música huye
y el silencio me aplasta
mientras siento las sombras
acechándome el alma
como buitres hambrientos
esperando su paga,
afilando sus picos
en mis rotas espaldas.
No seré presa fácil,
aun me queda esperanza…
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2017 a las 22:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
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