El invierno interno pereció con el contacto de tus ojos
Eres como el sol en el ocaso eterno
Eres mi centro calido entre la escarcha naciente.
Mis pensamientos viajan junto a tu escencia, como en el reloj los minutos junto a las horas.
Que el uno sin el otro, no se explica.
Los años pasan, la belleza expira.
Pero no es tu belleza, sino tus ojos los que me encierran en un pozo de gozo eterno.
- Autor: Lobablanca97 ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2017 a las 01:08
- Categoría: Amor
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago Miranda
Comentarios1
No tardes tanto que tengo miedo de caer en el olvido...
Que bonito! Gracias por comentar. Saludos!
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