Yo que sembré mil besos en tus labios
y cultivé pasiones en tu cuerpo;
irrigué día a día tus campiñas
llegué así a cosechar... un gran amor.
Amor inigualable, cuyos frutos
de época, ni de temporada son;
hoy felizmente son... de todo tiempo.
- Autor: Inexistente ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2017 a las 16:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 162
- Usuarios favoritos de este poema: Gabriela Rodríguez, anbel, Beatriz Blanca, Kalianali, Lita_81, itxaso, alejo cruz, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios5
Hermoso y sencillo!
Saludos 😉
Gracias por visitar y comentar...bienvenida a mis letras.
Saludos.
Es un placer leerte Inexistente😉
Muy lindo. En pocos versos se dice todo. Un abrazo.
Gracias Anbel... aprecio tu visita y tu comentar bonito.
Recíproco te abrazo.
Bellos versos en pocas palabras. Felicitaciones.
Gracias estimada Beatriz... por leer mi escrito y por tu amable comentario. Un abrazo.
Hermoso poema y amor sin medidas ni términos. Las belleza del ser al expresar y sentirlo en los versos.
Un gusto leerle.
saludos y abrazos
El placer es mío, al ver tu visita y comentario así... refiriéndote a mis letras. Recibe mi abrazo.
El mío por disfrutar de su entrega en su espacio. Gracias a ud por compartirla.
Abrazos recibidos
El amor que da los frutos anhelados son remanso como consecuencia del cuidado y el empeño invertidos... Tu latir es fuerte, has llegado a existir desde lo profundo de la tierra que has cultivado con esmero...
Oh amiga Nadia... que precioso comentario has dejado... gracias por regresar a mis letras. Recibe un efusivo abrazo mío... que tu vida sea feliz.
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