Las calles por donde vivo
son algarabía, son fiesta.
Y porque no estás conmigo
mi alma está triste e inquieta.
Los niños con su elocuencia
me recuerdan la infancia
en cuya benevolencia
pone un margen de distancia.
Mientras que las golondrinas
agitando ya sus alas
se despiden vespertinas
junto al nido, ya cansadas.
Y a lo lejos, ensimismado,
descubro qué tan hermoso es
estar tan enamorado
como en la primera vez.
¿Dónde estás, extrañado amor?
Tan ausente, tan distante,
como esa línea donde el sol
se despide tan radiante.
Donde ya mi pensamiento
ha emprendido alto el vuelo
para estar contigo, como el viento
que entre nubes anda por el cielo.
M
- Autor: Mallez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de mayo de 2017 a las 00:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso, Aqua Marina
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