Descansan allí los hacedores de la historia,
en el pétreo monasterio, como en los libros,
Carlos, Felípes, Fernándos, Alfónsos con sus
números ordinales, y no lejos de allí aquellos que
reinaron efímera y largamente sin numerales, y entre éstos
monumentos a la muerte, el pueblo veraniego y sonríente,
a los pies del Guadarráma, los pedernales donde rebotában
las balas que no clavaban en carne, los pocos supervivientes
no pueden evocar la memoria a sus nietos, son lejanas
batallas, en las criptas hay un olor a muerte perémne y
marmóreo, afuera graznan los grajos y pastan los toros
de la solana y es todo tan cierto y tan incierto como el no
saber por quien doblan las campanas.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 10 de mayo de 2017 a las 15:08
- Comentario del autor sobre el poema: Por mi antigua profesión tuve que visitar los monumentos aquí esbozados, y no podía evitar un recuerdo por todos los que allí estaban enterrados anónimamente, es duro trabajar en estas circunstancias, pero era el único trabajo posible que con el tiempo llegué a amar, porque con él conocí toda España, con sus monumentos, sus comidas y sobre todo sus gentes, recuerdos que permanecen imborrables.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Amalia Lateano
Comentarios2
Que hermosa versatilidad lingúística tiens creo que faltan las palabras para describir la toda tu cultura.
buena suerte y saludos.
Amalia cuando visitaba estos lugares era triste la procesión iba por dentro
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