Muchas cosas se han dicho
de la vida
unos que si es un río,
otros que si un mar,
hasta hay quien se atreve a decir océano.
Mas qué sabré yo
ser de sombra jamás escuchada por oídos ajenos,
ser de palabras siempre invisibles a vista ajena,
aquí
acostado en mi bañera
mojada por las nubes
que cubren el cielo anunciando la
llegada de la madre noche,
alumbrada por las chispas de luz
que restallan en las gotas, haciendo
que mi bañera color de la esperanza,
se tiña roja.
Muevo la llave que da paso a la vida,
sujeto el grosero mango
que escupe sobre mi cuerpo
el frío invierno en que te paras
a mirar cómo cae la lluvia
por la ventana.
Una vez el jabón,
como glaciar que desciende
de la montaña para perecer al mar,
erosiona la inmundicia de mi piel,
heredera del Sáhara,
dejo ir mi tronco hastiado.
Mis ojos apuntan como rascacielos
hacia el cielo, pero se quedan en el techo,
en el intento de abrirlos a la
cerrazón de las sombras
buscando en sus grietas el muelle
donde se encuentra el submarino
de vivos colores que se tornan
gota a gota
mates y borrosos conforme anuncia
que me llevará a la nada,
donde lo que
es
pasa a
ya no es,
donde el sentir se pausa,
y
donde la vida pasa a
hibernar en un eterno invierno.
Fimbultýr
- Autor: Kevin_AfGo ( Offline)
- Publicado: 11 de mayo de 2017 a las 04:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 82
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