Pasabas por mi calle solitaria
cuando la tarde a poco se moría:
mis ojos si llegar a mi te acompañaban;
por tu nostalgia te tuve por mujer fría.
Mas tu cuerpo no igualaba tu semblante;
que era casto y rebozaba de belleza,
los ojos -ventanas del alma- quise mirarte
deseándolo con el corazón y la cabeza.
Después que alabé a Dios por tanta gracia,
volteaste con malicia al oír mi voz;
lo que fue deseo se volvió desgracia
por mirarnos un momento los dos.
Tus ojos como soles era daga,
que esperaban el momento oportuno;
para desgarrar de un tajo mi alma
por si mi amor acaso ya fuera tuyo.
Muy caro fue el precio que pagué
al quedar reflejado en tu mirada.
En vano el amor en ti busqué
pues de dar amor yo no sabía nada.
Con la tarde y con la calle te perdiste
como la poesía que lleva el viento.
¿Pero dime gran Dios por que me diste
un loco corazón que lo matan un momento?
Comentarios2
hermoso poema
POEMA DE ORACIÓN
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.