Tiene el cabello ya cano,
el caminar algo lento,
sus manos llevan las marcas
de tantos años e inviernos.
En su silla mecedora,
recordando el tiempo ido,
está siempre acompañado
por su inseparable amigo.
Su perro vive a su lado,
mientras sus hijos ni piensan
en ese viejo que ha dado...
!Por ellos ...la vida entera!
que se ha sacrificado
por brindarles un mañana,
trabajando noche y día...
sin descanso en la semana.
Ahora que ya está viejo...
que quisiera disfrutar,
ver corretear a sus nietos...
!Su amiga es la soledad!
Y tan solo lo acompaña...
su perro , fiel compañero,
que en su regazo se duerme...
!Junto a su amo...tan bueno!
- Autor: lilianamuriel ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2017 a las 00:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: Victor Ma. De San Lorenzo, kavanarudén
Comentarios1
Un bello pero triste y sentido poema a esa tercera edad, cuando se ven en el abandono por sus hijos que ya no les importa si viven o si mueren. La soledad es su eterna compañera, y nosotros? Qué hacemos nosotros para remediar su soledad?
Indiferencia absoluta, sobre todo en países grandes donde son abandonados en las casas de cuidados para ancianos.
Un placer leerte.
Espero que algún día tomemos conciencia de estos practicamente abusos por parte nuestra - preferimos nuestra independencia y bienestar.
Un saludo a la distancia.
Eli, 🙂
Muchas gracias por leerme ,veo que hay muchas personas a las que poco les importa de sus padres, cuando ellos hicieron todo por ellos. En mi caso particular siempre estuve atenta a sus cuidados y cuide de mi madre hasta su fallecimiento. Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.