¡Ah querida cuerva!
Curioso cómo tu pluma negra,
tan discreta,
se vuelve el más brillante de los amuletos.
Tú que probaste tu valentía ante la mor(t)era marcialidad
de los agricultores del sintagma,
serás la gran maestra de los efluvios literarios
del que será la siguiente elucubración humana
¡Condenados aquellos
que con efímera adolescencia
no aprecien tu enseñanza!
¡Ah querida pluma!
Tú no eres de este mundo.
Ni la más valerosa espada, ni la
artillería alemana podrán jamás
competir con tu invisible siniestra.
Tu tinta es un elixir, es el daguerrotipo
el veneno destructor de las gusanos del arcoiris.
Eres la máxima conocedora
del verso y la prosa de lo que alguna
vez fue Abya-Yala. No importa
el tiempo, sé que tú
fiel amiga
recordarás aquello que los años olvidan
y habrán de olvidar.
¡Ah querida Virgen!
Qué afortunada casualidad tu nombre
eres la madre que todo ve, que todo arregla
¿Qué sería del cuervo, la pluma, universo y la indecisión
sin ti?
¡Oh Virgen, gran correctora!
Muchas veces obramos para que Dios
nos deje entrar en el paraíso, pero tú siempre tienes
la palabra correctora para guiarnos
a través de un sinfín de trabajos hercúleos.
Poco o nada hay en este mundo que me
regale tal deleite como el de marcar tu mano.
¡Ah querido universo!
Cuán insondables son tus entrañas.
Apenas te muestras ante nosotros
¿Sea tal vez el inconmensurable
eco que recorre tu caverna de ideas
el que impide tu manifestación?
La materia negra, las estrellas, los cuerpos celestes
que posees
quizá infinitos, sean el objeto de admiración
de los mayas que somos alrededor de ti
pues siempre que se nos escapa un saber
ahí estás tú, manso tal que sosiego,
algún día, universo, algún día
llegaremos a conocer lo que tu bóveda discreta oculta.
¡Ah querida indecisión!
Tú siempre has estado ahí
alterable.
Recuerdo cuando te conocí por
primera vez, me extrañaste
te comunicaste con mi curiosidad
tu inserción a mi ser solo la entiende
el vencido hielo apuñalado por los labios
de tu casco. Así,
mi mente es como esas planchas de hielo
destinadas a hundirse tras el paso alejado de tu franqueza.
Fimbultýr
- Autor: Kevin_AfGo ( Offline)
- Publicado: 13 de mayo de 2017 a las 07:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: Diego Nicolás García Contreras
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