A mi madre le prometieron una vida
y pasados nueve meses se la trajeron:
en forma de una pequeña pasa,
viscosa, chillona y sangrienta,
pero fecunda de vida.
Durante sus primeros años aquel bicho
-aunque algunos prefieren llamarlo vida-
no hizo otra cosa que llorar, comer,
y sangrar cera por los oídos.
Pero, como el deber 'a natura' lo dictaba,
su madre siguió cuidando de él,
por amor a su vida.
Ahora aquel pequeño monstruo es un ogro bien crecido
y no duda de sus capacidades de dudar la vida,
y sigue llorando,
y no llora por como comida, ni tampoco por bebida,
sino por su vida;
y llora por su madre, porque pena por ella;
y vive y sigue viviendo
tan sólo por no dañarla.
Pero, como el deber 'a natura' lo dicta, ahora,
aquella vida sigue creciendo,
tan sólo por deber a su vida.
- Autor: M. Krasinski (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de mayo de 2017 a las 21:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 84
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