Para quien crié en mi pecho:

Sonrisa Sonrisa

 

Hijo mío, las promesas no se abandonan.

Ahora que eres pequeñito debes aprender que hay como los ojos que siempre son de uno,

la fidelidad de nuestra palabra también camina con nosotros por donde vayamos haciendo camino.

 

Mi pequeño, mi gran niño, mi hombre niño,

que tu palabra sea Sí, únicamente cuando tengas que decir sí,

y No, cuando no te nazca decir sí.

 

No mientas hijo mío, no es cuestión de hombres o mujeres,

es cuestión de humanos,

simplemente no mientas para salvarte, solo lograrás enterrarte.

 

Anda por la vida construyendo tu camino en base a palabras sólidas,

aun cuando tus valores se digan solo con los ojos.

 


Mantén limpias tus manos,

para que cuando acaricies a tu amada lo hagas con amor puro,

amor sincero, de un hombre que se humaniza cuando ve los ojos de su amor.

 


Que tu carta cabal sea tu palabra cuando la diste,

y tu silencio cuando juraste no hablar.

 


Ve por la vida hijo, equivocándote, así aprenderás.

No te rindas, siempre tendrás mi mano,

aun cuando no me veas a tu lado,

debes saber que yo no te he soltado.

 

Los lazos que nos unen son de por vida,

aun cuando tú hagas tu vida lejos de la mía.


Te amo hijo mío.

  • Autor: Sonrisa (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de mayo de 2017 a las 23:24
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 75
  • Usuarios favoritos de este poema: Texi
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