P.
Solo dos humanas reacciones concuerdan;
la contracción y la onda expansiva
en la conquista de las emociones
o en otras palabras se está
feliz o triste, o simplemente
no se está del todo en los lugares
Te relato así, reducida al frío
de un invierno ensimismado, víctima
por la hoja podrida donde el filo
recobra un brillo oscuro y todo
corte a destajo es expresión de muerte
[Mi ser en cambio]
El golpe vital contrario -el reír
[lapidatorio-
aquel impasible verano de las aves
y el sonido, que incita a los pies
a continuar su fijado curso de baile
- Nuestros soles recorren rutas opuestas
así llegada la interseción por los ayeres
trazada, en la colisión son proyectadas
todas las máscaras y armas secretas
desnudos pernoctamos]
Pero en este ocaso otoño donde lo caro
y escaso se conjugan en la modorra, -continuo-
a pasos ciegos en la noche de todos los sueños
Tendida la cuerda donde el flojo se tambalea
¿tender o no, hacía el abismo?, ¿salir o no a las calles
ajenas? La tristeza de haber cedido en la fuerza
Y en el salto, el recuerdo te atrapa
hacia la otra residencia fuera
de tu cuerpo que habitamos
- oh, Cúantos cuerpos fundidos
ya seremos, mira al cielo-
II G.
La tierna dilatación de tu tierra
la sensación más próxima al sol
de tu cariño, no olvidaré jamás
El estrecho portal donde las joyas
relucen ocultas a la luz, peligro
en el terrenal pasadizo de tu amor
Y el hombre, madero del tiempo
arde tenuemente en la oscuridad
colindante, en los temores, de una
Congénita disolución irrevocable. Aquí
Acabo por ser lo temido, un aullido
cuando las cuerdas se estremecen
Cortadas por la tensión de incontables
pasiones temporales, la huella labrada
queda como cicatriz en esta carne, despoblada
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2017 a las 15:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 117
- Usuarios favoritos de este poema: eibaoga, Necrofagotimes
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.