Sí y No
Me recuesto,
muevo mi cuerpo
a un lado, a otro lado;
contemplo las paredes,
el cielo raso.
Mis ojos
posan sus alcances
en el servidor suelo
y mirandole me acurruco
cual si estuviera
habitando el vientre materno:
luego dibujo su imágen
en ella pienso y me digo:
Le amo!
Es la esencia, la fuerza
es el amor que llega
y que de chispa
se convierte en hoguera
y nos lleva camino
a ser eternos.
Poema de Marco Antonio Morales Orellana
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