Estaba el Buen Jesús, el Nazareno
orando en la mezquita a cielo abierto,
de pronto una mujer: ¡Mi hermano ha muerto!
tened piedad Señor, era muy bueno.
Jesús no respondió. Manso y sereno
bendijo a la mujer, verdad, es cierto;
él yace en las entrañas del desierto
sepulto entre la roca. Se oye un trueno.
Llevaron a Jesús ante la fosa
perdida en la espesura pedregosa
de ün huerto de ölivos, polvoriento…
¡levántate, buen Lázaro y camina!
El cuerpo se levanta y lo ilumina
un rayo que atraviesa el firmamento.
- Autor: Ariello (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2017 a las 18:27
- Comentario del autor sobre el poema: Me gusta empacar un episodio, una parábola en este caso, en un soneto.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: RIVAS JOSE
Comentarios1
Monumental acontecimiento: evidencia de la solemne presencia de quien anduvo entre nosotros, y le dio a Lázaro: "Ven fuera".
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