Miro la cristalera que está a mi lado
veo sol, un par de árboles, unos asientos.
Miro la pantalla del portátil
veo un poema que nace, para morir.
¿Qué es esto que siento?
A quien quiero engañar
sé quién eres, por qué has venido y lo que quieres contar.
Nada.
Quizás sea el recuerdo de… ¡No!
No son recuerdos, son estúpidos delirios
de pensar que alguna vez fue presente,
pero ya lo he dicho, fue, pasado.
Pero eso ya no importa, lo que fue ya no está
vivo ni muerto, pues al haber sido ya no es ni será
lo que queda eres tú, tú que me atas al coronel.
Es irónico…
Todo pasará, y todos,
pero tú siempre estarás ahí, a mi lado
de pie, paciente, esperando que te abra mi pecho
porque tu abrazo es más fuerte que
el de cualquier mujer, hombre, animal.
Confieso que no le temo a la muerte, hace
tiempo ya que acepté que ésta es mi verdad
no se confundan, esto no es pesimismo,
no es tristeza; es el honor, el orgullo, la voluntad
de un hueso a mirar sin miedo las fauces del perro.
Por mucho que intente abandonarte, te lo juro por mi vida
nunca mis pies se alejarán demasiado de los tuyos,
en este vals de la vida. No se confundan
no hay resignación.
Te acepto siempre, te deseo a ratos
tú, y solo tú, entenderás mi profundidad.
Y si alguien, que no sé quién,
llega a leer esto, que sepa que ella está al final,
su nombre… 227161224933.
Fimbúltyr
- Autor: Kevin_AfGo ( Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2017 a las 06:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 78
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.