Te consideré:
hoy no te siento igual.
En tus ojos me miro
y tu corazón habla,
y te sujetas desosegada, amiga,
como un mar agitado.
Apenas ya te escucho
enunciarme un aliento
y hablarme entre vidrieras
de tus ráfagas, de las tormentas
que descargan en mi alma.
Dime amiga:
-¿Por qué no me lo dices?
-¿Por qué callas lo que sé?
Nocturna y abismal,
me cantas cuentos
cual adolescente sin madrigal.
Ahora amiga mía no te siento
y hay tanta tristeza dentro…aquí;
que una vez más, la picardía me lapida.
Ay,mariposa ingrata
solo te oigo golpear exaltada
en la crisálida que tan bien guardas.
Antonia Ceada Acevedo
- Autor: A.Ceada (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2010 a las 19:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 323
Comentarios3
Hermosas letras!
Un abrazo,
Rocio
Hermoso poema, me encanta esa forma de escribir, espero que sigas escribiendo como lo hace. He estado un poco alejado pero ahora estoy aqui de nuevo, con el mismo cariño de siempre.
muy hermoso sra
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