Marinero tensa la cuerda
que la brava mar
no podrá con la barca.
La María niña
como tu mujer
espera
que el brazo venza
la vara del timón
que
fuerte la ola
te quiere ganar.
………….
María niña
sálvame
grita feroz
el marinero
ayúdame a llegar a puerto
que ella espera
esta noche
mi cuerpo cálido
entre las sábanas arrullar
habiendo vencido al mar.
María niña
salva esas piedras
que daño nos hará
mi amada espera
no más allá
……….
el malecón logramos pasar
ya la veo, parada
oteando nuestro
arribar.
¡Hay María niña!
mi barca
en la mar.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2017 a las 09:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 82
- Usuarios favoritos de este poema: pani
Comentarios2
EN ESPAÑA... Y SUPONGO QUE EN AMÉRICA POR EXTENSIÓN TAMBIÉN, LA VIRGEN DEL CARMEN... ES LA PATRONA DE LOS MARINEROS, TODAS LAS GENTES DE LA MAR LA TIENEN EN GRAN APRECIO...
Estimado amigo, la mayor parte de los marineros y pescadores, por estas tierras, son de origen italiano y supongo que por tradición traída de sus tierras, tienen por santo patrono a San Salvador.
Pero algunos prefieren nombrar sus barcos, con nombre de mujer, aunque sean santas...
Acá, Nuestra señora del Carmen, es una santa evocada, como patrona de distintas localidades del país, siendo al principio evocada por el General José de San Martín, como patrona del Ejército de los Ándes.
Gracias por tus palabras
Esteban
Tu poema me trajo a la memoria una canción de cuando era niña. Entre San Juan y San Pedro, donde un marinero cae al mar y el diablo quiere su alma pero la Virgen lo salva.
Nada tiene que ver con el poema pero me hizo acordar.
Saludos y buen domingo
Creo que tiene que ver, los hombres de mar, saben del riesgo y esperan el auxilio divino, esto trae una cultura que va acumulando, creencias y supersticiones que vienen desde el pasado lejano.
El marino, sobrepone una alta carga sexual como hombre y sus arraigadas suspersticiones, todo ello vestido de la formalidad sobrenatural de la religión, que limita al resto.
Como ves, apuesta a todo, excepto en su relación con el peligro, dónde solo tiene una
alternativa.
Con un domingo soleado, te saludo
Esteban
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