Llego exhausto a casa, sediento y moribundo esperando un beso, una simple caricia, o si quiera un como te fué,
Pero entonces estrujas el ceño y no con extrañeza sino con una amargura que de lejos se te advierte y dices ¿por qué llegas tan tarde?,
Te abrazo, te muerdo, te beso, y dices que soy fastidioso, me saco la corbata, desabotono la camiseta y me echo a tu lado y dices que yo te quiero provocar.
Río sacástico y muerdo tus labios jugosísimos y vivos y dices que yo te maltrato, más tarde dormiré en el frío suelo,
¿ entonces dirás que yo no te sé querer ?
- Autor: Jorge Enrique Briceño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2017 a las 23:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.