Después de una dura llovizna
la tarde puede ser dos:
La bella tarde que cobija,
que nos acerca, y nos une a los dos
o...
La solitaria tarde que enfría
duramente mi dolido corazón.
Hoy en la tarde ha llovido
y no ha sido ninguna de las dos.
No ha sido la primera,
porque simplemente me has ausentado.
No ha sido la segunda
porque, aunque no estabas a mi lado,
mi alma en busca de su amada...
Me obligó a dormir; y a soñar.
y en ese sueño, te ví.
Tan real, tan presente que parecías,
que yo no quería despertar.
Pero el tiempo venció al sueño
y al igual que mi sueño, la lluvia había cesado,
y el sol apareció en occidente
muriendo entre la cordillera
muriendo sin prisas
muriendo como mi alma,
mi alma sin su amada.
Que sin importar mi sueño
se sigue sintiendo su falta.
La esperanza que guardo celoso en mi pecho
me dice que no desista de tu amor,
la misma me dice que algún día,
será la bella tarde que cobija,
que nos acerca y nos une a los dos.
- Autor: Angel Qc (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de mayo de 2017 a las 18:29
- Comentario del autor sobre el poema: Es mi primer poema publicado y el tercero que escribí.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 190
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