Quizás si me quedo quieta
después de tanta corrida,
me encontraría una silla
donde me pueda sentar
a descansar aburrida
el cuerpo viejo y vencido
sin que me de la nostalgia
de ver tanta cosa antigua
cuando me pongo a pensar
con serenidad tranquila
mi futuro y mi salud
saliendo cana mañana
ayudando a la familia
que después me come cruda
si no hago lo que pidan.
Quizás cuanto me hace falta
el saber lo que me queda
de cada momento diario
que encuentro si me distraigo
escribiendo sin parar
con computadoras negras,
cuando me quedo dormida
en la mitad de la tarde
delante del escritorio
con los cajones repletos
de documentos sin fin,
si hago siesta en la oficina
mientras digiero el almuerzo
como víbora enroscada
en el árbol de la esquina.
Quizás cuántos que me odian,
que me quieren o se asustan
de mi presencia estorbante
que calcula los centavos
que cada uno recibe
a cambio de su trabajo,
distracciones infinitas,
deficiencias y esplendores
de la vida cotidiana
que perciben injusticias
resueltas bajo la vista
de los gerentes de turno
en reuniones secretas
misteriosas, ostentosas,
generosas y discretas.
- Autor: Lucy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de mayo de 2017 a las 22:40
- Categoría: Familia
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor
Comentarios1
Hola Poetisa!!!...Un placer leer tus letras amiga mía. Cuando los años pasan suele suceder hechos que no se esperan, así es la vida, solo nos queda seguir adelante hasta que llegue el momento. Linda noche, plena de ensueños.
Mallito
Muchas gracias, me estoy quedando sin versos, el tiempo se acorta, pero la imaginación nunca frena, hasta la próxima.
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