En tus dedos floreció la música del gramófono
Como una polvareda hecha de recuerdos y añoranzas.
Aún en horas difíciles, te aferraste a esa madreselva,
A esas cartas de amor amarillentas, a esos pétalos de rosas sin perfume.
La letanía del boabab todo lo consume
Pero aquellos antiquísimos niños, oh imprudentes, aún tratamos de treparlo.
Has rociado de kerosene el cielo, mi amor, el atardecer
Nos presta su alma de cerillas.
Hay una verdad oculta entre tanto revoltijo,
Una verdad que, por muda, quizás no puedas desnudar.
En tus dedos floreció aquella música, eso es innegable,
Mi mano que sujeta tu muñeca no quiere dejarte partir;
El invierno se nos precipita como una guadaña.
¿Qué melodía será capaz de hacer florecer tu desnudez?
- Autor: Leonel Mateo ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2017 a las 14:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 89
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