Martín Zamora se tuvo que hacer musulmán,
porque era para el negocio necesario,
Martín vive de la muerte, es funerario,
ni cree en Alá ni reza para ganarse el pan.
Su vida depende del ahogado en el estrecho,
que intenta escapar de la mortal pobreza,
cae al fondo del mar sin culminar su proeza,
cuando llegue a la orilla, será solo un desecho.
Martín Zamora para obtener ganancia,
avivó el seso el muy sagaz,
y compró el fúnebre furgón y la ambulancia.
Martín Zamora vive de la desgracia,
vivir allí no es ningún solaz,
basando tu vida en tan trágica circustáncia.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2017 a las 14:45
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando el hambre aprieta, el hombre se tiene que espabilar, sobre todo para ganarse la vida sin delinquir, no es fácil cuando no se tiene estudios ni amistades, pero este hombre le echó valor y se abrió camino en un luctuoso espacio del Mediterráneo, el mar que como su nombre indica está en mitad de la tierra, pero es solo un nombre, para los africanos de piel oscura, el mar se convierte en una trampa, Europa hace muchos siglos que olvidó que los africanos son como nosotros, el sentimiento, el dolor y el amor no es monopolio de ninguna raza.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 90
- Usuarios favoritos de este poema: César Pérez
Comentarios1
Cuando leí esta luctuosa noticia no podía creerla pero desgraciadamente era verdad lo importante es no robar
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