El cielo se arrojó sobre la tierra,
sobre los campos... sobre la rosa.
La tormenta atronó en el valle
y el cielo ejerció su poder.
Rasgó su vestido, la despojó de sus pétalos,
arañó su cuerpo frío.
Nadie pudo impedirlo.
Gimieron las cortezas de los árboles
pero callaron las aves.
Era un silencio de miedo.
Nadie lo impidió.
Tras la violencia llegó la paz
para la rosa deseosa
de acabar.
Solo las carnes del río se abrieron
y las piedras lo recibieron
con deseo desmedido.
Nadie quiso impedirlo.
El cielo cayó sobre la rosa.
Indefensa, exhausta,
dejó de brillar la luz en sus estambres
Su piel de rosa rosa tersa
se tornó roja y blanca tensa,
el sol lloró su rosa muerta
El cielo la mató
y ni Dios lo impidió.
- Autor: Bambú ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2017 a las 15:23
- Comentario del autor sobre el poema: Hoy oigo la noticia: tres mujeres asesinadas y el suicidio de un hombre, todo por amor, por amor desmedido por amor mal entendido, quizá por posesión del que estaba poseído. Estoy sorprendida porque esta mañana en que me ha despertado una descomunal tormenta, mis recuerdos han sido para una mujer violada y empalada, reventada a manos de varios hombres en algún lugar de Argentina hace tiempo. Recordaba con horror las palabras de su hermana: "Te quiero. Sé fuerte, resiste, no te murás" y su respuesta: "hermana, no puedo más". La tormenta me recordó
- Categoría: Sin clasificar
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- Usuarios favoritos de este poema: pani, Mael Lorens, María C., Max Hernandez, kavanarudén, carlos obeso
Comentarios5
Muy bueno !!!!!👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Gracias, Mael. Me alegra mucho que te guste. Me pusiste alto el listón 😊
muy lindo poema, describes con imágenes muy claras tu sentimiento por hechos inauditos. Saludos
Gracias, Fabio. No es fácil explicar hechos ya no inauditos sino inhumanos.
Un saludo afectuoso
Esta SUPER EXCELENTE, triste pero hermoso.
Si ni Dios lo impidió...pasa mucho.
Saludos
Gracias Isiszkt. Es terrible tanta barbaridad
Si ciertamente es algo que no se entiende, y muy, muy triste.
Sentido y profundo.
Las dos fuerzas, la natura y la del hombre, cuando no se controlan destrozan todo a su paso. La natura sigue su curso, el "hombre" su monstruosidad, que le arranca su propia humanidad.
Un grito, un lamento, un llanto....
Precioso
Amable Kava: este no es el momento de hablar de mi poema aunque agradezco enormente tu comentario.
Acabo de enterarme de la muerte e tu madre y tengo que contarte algo, un pequeño cuento, como se hace con los niños pues hoy eres un niño, un niño huérfano:
Un día un niño preguntaba a su madre: ¿Me quieres? Y su madre le dijo ¿cómo no habría de quererte? Eres mi niño. Entonces el niño le preguntó: ¿Y si fuera feo o contrahecho? ¿Me querrías? La madre le respondió: Siempre te querría.
El niño volvió a la carga: ¿Y si fuera malo?
La madre llena de dulzura le djo: aunque fueras malo yo nunca dejaría de quererte.
De nuevo el niño, un poco angustiado, le preguntó muy suavecito: ¿y si te murieras?
Entonces la madre lo abrazó tiernamente en la noche, lo llevó hasta la ventana y señalando al cielo le dijo: ¿Ves esa estrella? ¿Ves cómo brilla? Pues murió hace miles de años pero sigue luciendo inmensa. El amor de una madre, como las estrellas, nunca se acaba.
Lo siento enormemente, Kava. Te mando un dulce abrazo.
Hermoso
Gracias, Margarita. Es extraño que con un hermoso poema se pueda explicar un horror tan grande.
Aprovecho la ocasión para comentarte que yo tampoco he encontrado el modo de solicitarte amistad. Normalmente aparece a modo de cuadrante azul justo al comienzo de un muro, bajo el nombre de su dueño pero no lo he visto en tu muro
Tampoco lo he encontrado en tu muro, misterios, pero nos seguimos, por suerte.
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