Las aceras son para pasear,
para bailar en ellas,
para besarse
hasta que llegue el sereno
y selle las cerraduras con sus dedos,
para jugar los niños
dibujando con sus ojos
aquello que las tizas no llegan,
para soñar quien pueda,
para amar, también quien pueda,
sepa Usted, me que ofrezco voluntario, tengo el corazón abierto.
Las aceras no necesariamente tienen que estar limpias
hemos pasado tanto tiempo limpiando la casa
para luego abandonarla,
que en ocasiones me gusta ese desorden que tiene la vida.
Las aceras, sirven para ponerte de rodillas
clavar los codos,
y chocar de bruces con mi cara,
pero también para levantarse
y comprobar que el Cielo aun queda muy lejos,
y pensar que existen todavía, muchos labios sin besos.
Las aceras son mi asiento preferido.
- Autor: Araceli Vellber ( Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2017 a las 08:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
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