Deje en la mesa el licor
que el navegue por mis venas.
Yo soy un río de penas
creado por el amor.
Sólo sabe del dolor
quien por dolor yace inerte.
Hecho el destino a la suerte
la razón de mi existencia
y el silencio de su ausencia
hoy me conduce a la muerte.
Comentarios2
Buen poema.
gracias
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