Señor, hincada ante ti inclino mi frente en señal de respeto y gratitud por este momento y por los que me has permitido vivir
Señor, tú dijiste en tu santa palabra: En verdad les digo que quien no reciba el reino de los cielos como un niño, no entrara en él
Hoy, de corazón te pido que en mi paso por la adolescencia y aun siendo adulto, si así es tu voluntad, no permitas que mi mente se llene de malos pensamientos ni mi cuerpo de malos deseos
Haz que siempre viva en mí la flor de la humildad para honrarte y respetar a mis padres. Para que así el día en que me llames ante ti me permitas vivir cerca de tu corazón, donde mi alma alcance el abrigo de tu gloria, amen.
- Autor: Jose Raul Morales (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2017 a las 20:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
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