FIEL Y HÁBIL JINETE
Es blanca como el nácar, destello de obsidiana,
igual que piedra noble, resiste y no se raja;
por algo fue esculpida, cual linda porcelana,
hablando yo me encuentro, de la mujer más maja.
Helena ella se llama, tiene nombre de diosa,
llegó para quedarse, y darme dicha grande;
a tan especial roca, convertiré en mi esposa,
piadoso a Dios le ruego, felicidad le mande.
Desplazo mis caricias, sobre su talla fina,
con ósculos de fuego, le limpio de asperezas;
la cuido como el hombre, valeroso a su mina,
entonces me agradece, curando mis tristezas.
El molde en que te hicieron, divino era por dentro,
deseo en las alturas, se halle disfrutando;
a darle el merecido, Jesús salió a su encuentro,
tú y yo contritos vamos, al Padre gracias dando.
¡Oh! potra de alabastro, cabalgas en mis sueños,
permite que yo sea, tu fiel y hábil jinete;
que tire de las riendas, con lúcidos empeños,
cuidando en todo caso, de nunca ir al garete.
Prometo llegaremos, a confines seguros,
no cruza por mi mente, exponerte al peligro;
las épocas pasaron, de los momentos duros,
y los despeñaderos, te juro que denigro.
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.
- Autor: Condorandino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2017 a las 23:16
- Comentario del autor sobre el poema: Con algunos tintes de aparente realidad, apenas es la mujer de mis sueños. ¿Llegaré a tiempo igual lo hizo Ulises? ... ¡Claro que sí, lo haré, nadie más sabrá templar mi arco! Condorandino.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo, Gisela Guillén, Raquelinamor
Comentarios2
Wuuuuuao mi poeta
que gran confesión a tu amada, ofrescome jajajaja
te quedo hermoso mi querido amigo
ojala y te permita ser su jinete, te lo mereces
bello día y un fuerte abrazo desde la distancia
Amada mía, esa es una de las licencias que tenemos quienes escribimos. ¡Soñar sin autorización y sin medida!
De momento me consuelo con ir cabalgando sobre las nubes.
Tu poeta guerrero.
Hermoso poema amigo.
Un deleite tus letras
Apreciada Gisela, gracias por abrir tu sensible y noble alma poética a las letras, las de este humilde aspirante.
Tu amigo por siempre.
Condorandino.
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