Gata, lola, lala, de borrego las zancas,
y a mí que tus piernas me matan,
no debería estar aquí escribiendo,
sino debajo de alguna de tus faldas.
Nunca podré pagar con tantos besos,
el bien que a mi alma le has hecho.
Loquita de mi vida, de mejillas coloradas,
te ofrezco mis mentiras, mis verdades,
mis placeres, mis olores y mis ganas.
Qué me diste para nunca olvidarte.
De la lejanía ahora bebo,
amarga, incompleta;
injusta,
para mis piernas y tu vientre,
para la necesidad que nos asalta en medio de la noche,
en medio del alma,
en medio de la nada que es este mundo,
para mi cuerpo sin el tuyo y el tuyo sin mí.
- Autor: José L. Raguarez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2017 a las 03:06
- Comentario del autor sobre el poema: Sobre la añoranza
- Categoría: Amor
- Lecturas: 33
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