Amada mía de sutil aroma,
como brisa nocturna
refrescas el calor incandescente
de los inflamables latidos
de este corazón lejano,
como una hermosa y tierna ave
te posaste en mi balcón
refugiándote
de una lluvia implacable,
en la seguridad de mi guarida,
frente a la ventana
con los ojos cerrados,
escuchaba
el tronar de los relámpagos
y las gotas golpear
el pálido vidrio,
el duro asfalto,
pensando en el pasado,
meditando los errores,
imaginando aun
desde la miseria
de la crueldad vivida,
soñar con los anhelos
que sobrevivieron,
desear aun una paz
una libertad tan esquiva,
interrumpidos fueron
esos placebos para el alma,
con un cantico
tan agudo y pequeño,
mi temor a asustarte
me mantuvo firme en mi sitio,
mirándote fijamente,
entendiendo tu naturaleza,
admirando la belleza única,
mientras me acercaba,
no te estremecías,
solo cantabas en tu lenguaje,
lo entendí perfectamente
sin conocerlo, y abrí
la puerta de cristal empañado,
te ofrecí mis manos
en las cuales
posaste tu frágil cuerpo,
allí, en la palma de mis manos
te acurrucaste para aprovechar
el calor que yo no podía sentir,
hacia mi pecho te lleve
para que el agua
la cual empapaba
tu hermosa vestimenta,
se evaporara,
tu canto se tornó leve,
no sé cuántas horas pase
refugiándote en mi pecho,
anocheció y pudimos
contarnos con el alma
las historias de cada mundo
en el que habitamos,
de cada paraíso
he infierno recorrido,
alguna vez pude volar,
pero no lo recuerdo,
solo sé que en tierra firme
me quede para siempre,
tu puedes estar
entre estos dos mundos,
y tus historias
de cómo nos vemos
desde el firmamento,
me llenan de vida,
de un lugar lejano,
viajaste para llegar
a mi guarida
para ser Amada Mía,
en una mañana
de cálidas ráfagas de luz,
al mirar hacia el velador
que yace junto a la ventana,
no estabas, al voltear,
un hermoso rostro y figura
dormía junto a mi
apaciblemente,
desnudo me encontraba
al observarme,
y desnuda te sentí al mirar
tus piernas descubiertas,
entendí que mi imaginación
fue un sueño sobre mi realidad,
y te abrace como si fuera,
la última vez que te vería a mi lado,
y te amé en cuerpo y alma,
como si hoy fuera
mi último día de existencia,
Amada Mía…
Amada Mía…
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2017 a las 10:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 94
- Usuarios favoritos de este poema: maria1314, AZULNOCHE
Comentarios1
Precioso estimado poeta , un deleite leer tus letras.
muy amable, gracias por leerme en verdad lo aprecio mucho, un abrazo
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