Me basta que me oigas
y que mis ojos crean,
que te escuché en la lluvia,
ternura en la tormenta,
que vengas cada abril,
recuerdos que no mueran,
Me basta imaginarte
dulzura antitristeza…
Que me traigas gaviotas
y volemos sin pereza,
hacia la mar en calma,
orillas de belleza
y bailemos con los peces
aquella danza eterna.
Vayamos de la mano
fugaces en la arena..
Una arena tibia
Destino de tus huellas
y acaso
algun Serrat,
tu voz en primavera.
Que vengas,
Si, que vengas…
Que vuelvas a ser tierra,
Que siembres en mi mente
Mil sueños y quimeras
Y un dia te me quedes,
como la vez primera,
y escuches ya mi voz
en forma de poemas
y sepas de estas letras,
mis cantos, mis fonemas
y no quieras regresar
al llanto ni a la niebla.
Que sigas siendo el pan
mi trigo, mi colmena
que seas mi resguardo
mi grito,
mi alma entera.
Anhelo tu presencia,
tus manos, tu certeza…
Tus ojos,l uz intensa.
Tu voz que ahora me queda,
Madre querida, eterna.
Dejaste mi alma tibia
el día de la prueba,
del llanto mas febril
y de la ausencia eterna.
Ya sabes por ti espero
En este abril que enferma.
Que obliga a recordarte…
dos décadas de ausencia.
- Autor: CArlos Banks (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2017 a las 11:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 97
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo
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