Ser tierra y no olvido.
Es la selva que expira,
es el bosque que muere
es la lluvia que cae,
la tormenta que arrastra.
Es la piedra que queda
es polvo que vuela,
es el agua que corre,
es la cuesta que baja.
Son dolores que surgen
- de la tierra lavada.
Ya la siembra no brota
y la semilla no crece
- pena y dolor, lágrima y llanto…
Arruga de piel
que envejece su rostro,
rompimiento de tierra
- quebradura de muerte.
Erosión del silencio
de una voz que se apaga
- la pobreza se acerca
- la pobreza que acecha…
¿Cuántas vidas tronchadas?
- ¿cuántas penas crecientes?
Es la sangre de venas
que corriendo sin suerte,
- se vaciaron heridas.
Fue la savia de fuerzas destruidas y rotas,
fue la muerte, fue el rumbo perdido,
- ¡la ignorancia presente…!
Trabajando la tierra subsististe familia,
trabajando la tierra… ¡tú, hijo… creciste!
Trabajando la tierra, te formaste sin pena,
trabajando la tierra, diste aire a tu vida,
deseando crecer te marchaste,
abandonaste el terruño… ¡te fuiste!
Hoy, ya no vuelves a verla y mañana tampoco.
Aquella tu tierra origen
- se está muriendo en silencio.
Las arrugas y heridas
destruyeron su rostro,
tu árbol hermano
- ya no crece ya no existe
- se explotó y ya no es tuyo…
Fueron otros los buitres que saciando su hambre,
- se llevaron la vida, las semillas y plantas…
Se violaron la flor, se llevaron el bosque
- ¡se llevaron la vida se llevaron el alma…!
- Autor: Purenino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2017 a las 12:36
- Comentario del autor sobre el poema: Estamos olvidando nuestra tierra. Cuánto la explotamos equivocadamente
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: nelly h, César Pérez
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