Como una idea ignota,
involuntaria e inconsciente,
de la nada brotas tú.
De la misma forma que la nota
surge melodiosa para el arte ...
así surges tú.
Vaporosa, liquida o escurridiza
como el agua entre mis manos,
o como nube que viaja por el cielo azul.
No sé de dónde vienes, ni qué te inspira
para trastornarme inmensamente,
pero me gusta que seas tú.
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