Una suma considerable de rigor,
gran prestancia atesora el respeto:
vítores a quien se lo gana.
A la mala educación
no está nadie sujeto;
quien la quiera, es regalada.
Como no entendemos la supremacía,
la complejidad del Universo,
la incertidumbre nos domina.
Con la complicidad de la ignorancia
es de humanos que inventemos
uno asequible, pero más abyécto.
Íntimos son el temor y la altanería
caldo de cultivo donde crece el miedo:
Este se cura leyendo
y aquella, toma distancia
pues le falta el alimento.
La razón va por un camino recto
y las inquietudes por otro intrincado:
Más nos vale estar alerta
o de lo contrario,
lo apasionante de la vida
se esfumará sin apenas rozárnos.
Las malas artes ordenan
su medido plan estratégico:
La fantasía permite seguir soñando
infinita, perpétuamente, sortear obstáculos,
priorizár a lo puramente estético.
Muchos se apresuran a llenar el granero,
pero son lastimosamente pocos
los que se afanan en hacer acopio
de nutrientes para el intelecto.
-C.C.Lizarán-
- Autor: C. C. Lizarán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2017 a las 04:25
- Comentario del autor sobre el poema: A mi juicio, las mentes atormentadas son en realidad extremadamente lúcidas. Las demás, se limitan a transitar por la vida. Cabe preguntarse si estas últimas, las que eluden sistemáticamente hacerse preguntas existenciales, resulta que son las más felices.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 143
- Usuarios favoritos de este poema: la cuerva
Comentarios2
Excelente composición donde demuestras fuste y enjundia a raudales. Felicidades y un placer saber de una paisana tan ilustre. Un abrazo sevillano.
Mi muy respetado paisano, no merezco tanto, de veras.
Como mucho, alcanzo a ser una aficionada inquieta. Alguien que, acorralada y colapsada de pura ansiedad, expresa lo que sus vivencias le han enseñado no siempre de buenas maneras.
Infinitamente agradecida, Alberto, siempre.
Un abrazo!
Toda una lección magistral la que nos regalas en estos versos, querida poeta. Se nota que dominas el arte de escribir con singular destreza.
Muchas felicidades y un beso.
Eres indulgente en exceso conmigo, mi admirada poetisa. Más y más razones encuentro cada día para estarte infinitamente agradecida.
BESOS!
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