Por Alberto JIMÉNEZ URE
Existe un lugar
Donde suelo sentarme [a] mirar
E igual realizar una acción con mis manos
Que no es digitalizar mis ficciones o testimonios
Sino producir una forma de musicalidad perceptible
Absolutamente mediante los cinco sentidos formales:
Y un sexto de «prestidigitador» sobre el cual nadie
Discierne porque temes arriesgarte ser calificado
Timador, mago, ilusionista o hipnotizador.
Existe un lugar
Donde suelo sentarme [a] mirar
Un lago inmenso, sin oleajes y temible
Donde finalmente introduzco mi Ser Físico
Mientras procuro danzar sin testigos mortales.
Empero, cada vez que alcanzo Islote,
Quienes proceden de partos esclarecidos
Suelen recibirme felices porque pertenezco
A esa hermandad que celebra y brinda heroico
En el Mundo No Penitente donde nadie se ofusca.
Existe un lugar
Donde suelo sentar [a] «mirar [me]»
Introspectivamente en Fase de Meditación
Preparándome para ser investido príncipe
En el Reino Unido de la Inteligencia y Creación
Por una emperatriz llamada Razón Suficiente.
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