Un moribundo escribe en su diario, letra a letra lo que el día le regaló y entre rimas lo que el día le dejó. Línea a línea su mano se llena de tinta, tinta de un bolígrafo tan desgastado como su ensueño, mientras que la musa va y viene en un recurrente pensamiento emergente. Sus tan azules ojos se pierden en la profundidad de un oceano de pensamientos que ni las olas son capaces de sacarle. Mientras el sigue escribiendo, sus versos reflejan un amor tan profundo y a la vez tan prohibido. El recuerda que el engaño fue su compañero y su verdugo en una Vida sin medidas.
- Autor: Mr. W (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2017 a las 13:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
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